El fraude de los despidos pactados: Píldora informativa del Consultor Financiero

Sep 19, 2024 | Fiscalidad y Cumplimiento, Píldoras informativas

Cuando en una empresa ocurre el despido de un trabajador, en la mayoría de las ocasiones es promovido por ésta, pero en alguna ocasión es promovido por el empleado que, quiere irse de una empresa y cobrar el paro, por lo que pide su despido a la vez que pide al empresario que le “arreglen el paro”.

Es decir, le pide al empresario que ambas partes finjan un despido para que el trabajador pueda acceder a la prestación de desempleo, a la que no podría acceder de causar baja voluntaria, esto es, le pide negociar un despido con indemnización.

Ahora bien, el trabajador sabe que en este caso la empresa no le pagará la indemnización por despido ya que este no existe, solo existe en apariencia oficial.

Si ambas partes acceden a ello se trataría de un fraude al SEPE. Mediante el despido pactado con indemnización se esconde al SEPE la realidad de la baja voluntaria del empleado, dándole la forma de despido improcedente.

En un despido normal se dan los siguientes pasos:

\

Carta de despido al trabajador

\

Reconocimiento de la empresa de la improcedencia del mismo

\

Reconocimiento de la empresa del finiquito del trabajador

\

El trabajador firma el recibí de su finiquito e indemnización

\

La empresa paga al empleado su finiquito e indemnización

\

El trabajador ingresa en el SEPE (anterior INEM)

\

El trabajador recibe prestación de desempleo (más conocida como “el paro”)

Y en los despidos improcedentes pactados se dan exactamente todos estos pasos … excepto una sola diferencia, escondida, con un despido real:
El trabajador que ha firmado el recibí de la indemnización nunca recibe ese dinero

Entonces, si la empresa ya no tiene el dinero de la indemnización (porque existe un cheque de pago junto con su cargo en banco), el trabajador tampoco tiene el dinero (a pesar de firmar que sí lo ha recibido) … ¿Dónde está el dinero?

Solución … el dinero en efectivo lo tiene el empresario en su bolsillo. Se ha transformado en un ingreso en “negro” a su libre disposición … y nadie puede demostrar que es así.

Ante cualquier inspección de cualquier naturaleza que solicitara información al respecto, la empresa tendría todo el procedimiento perfectamente justificado y documentado con documentos, firmas, cheques y salidas de dinero del banco, imposibilitando totalmente la detección del fraude. Adicionalmente, la contabilidad de la empresa tendría reflejado el gasto reconocido por los documentos de despido, y el pago de la deuda con las salidas de banco.

¿Le afecta algo al trabajador? En nada, porque los ingresos por indemnizaciones por despido no se declaran en la declaración de renta y no tributan.

Si necesitas un experto en control de gestión puedes contactar con nosotros